La embarazada está expuesta a cambios constantes en todo sentido, pero se hacen más evidentes en el cuerpo: realizar una preparación del mismo la ayudará a conectarse mejor con si misma y con el bebé.
Espacio Mamá propone transitar de una manera más saludable la maravillosa experiencia que es cada embarazo, parto y puerperio. Es un lugar donde se propicia el encuentro con el propio cuerpo, a fin de lograr la mayor conexión posible que permita vivir estos acontecimientos de una manera plena y con conciencia. De esta manera el movimiento es parte constitutiva de la preparación para el parto y la maternidad.
¿En que consisten las clases?
Las clases son de una de una hora y la frecuencia recomendada es de dos veces por semana Las mismas son activas y dinámicas. Constan de una entrada en calor con ejercicios de movilidad y elongación general. Luego, ejercicios de fuerza, flexibilidad, postura y piso pelviano, finalizando con ejercicios respiratorios y de relajación activa. Al trabajar la respiración y las visualizaciones de manera regular, se internaliza un hábito que puede ser empleado naturalmente en caso de necesidad, como puede ser en el trabajo de parto y parto.
A través del movimiento expresivo se conjuga el baile, la música, el ritmo y la diversión para ayudar a cada mujer a conectarse con su ser más intimo, sus emociones, tensiones, entusiasmo y energía de vida. Esferodinamia: una propuesta superadora en el ejercicio en el embarazo
Además de utilizar elementos como colchonetas, sogas, bandas, bastones, mancuernas, barras, etc. nos apoyamos en la esferodinamia como elemento facilitador para el trabajo corporal, ejercitando la movilidad, la flexibilidad, la alineación ósea, el equilibrio, la respiración y la relajación. El objetivo es adquirir mayor disponibilidad corporal, incrementar la fluidez del movimiento, ganar fortaleza, aflojar tensiones y vivir placenteramente la experiencia corporal.
La elasticidad de la pelota absorbe el impacto del peso, previniendo o aliviando los dolores de espalda. Al ser inestables por su forma, estimulan el tono muscular para mantener alineada la columna y el cuerpo en equilibrio, ejercitando una postura favorable también para la época de lactancia.
Haciendo pequeños movimientos de rotación se moviliza la pelvis y la cintura, aliviando la tensión lumbar y de las articulaciones sacro ilíacas. Al estar sentada sobre la pelota, la mamá puede practicar fácilmente los ejercicios de contracción y relajación del piso pelviano.
El periné o diafragma pelviano es una de las zonas que más atención requieren en la mujer embarazada ya que tener control conciente de estos músculos ayudará a lograr un buen sostén del bebé, fortalecerlo para el momento del parto, prevenir episiotomías innecesarias, evitar el pujo forzado, prevenir hemorroides, incontinencia urinaria y futuros prolapsos y aumentar el placer sexual.
Descansar el peso de la columna sobre estos balones en cualquier posición, incluso ventral, (ya que la blandura varía inflándolos con más o menos aire) es una excelente forma de relajación y ayuda a practicar distintos tipos o "alturas" de respiración, tema de vital importancia durante todo el trabajo de parto.Para las mamás que deben permanecer muchas horas sentadas por su trabajo, es de gran ayuda reemplazar las sillas por estas esferas que por su forma y elasticidad evitan la compresión de las venas de miembros inferiores, lo que aumenta el confort y disminuyen las complicaciones vasculares.
Durante el trabajo de parto permanecer sentada sobre esta pelota es mucho más cómodo que usar un asiento duro, la cama o el suelo, permitiendo moverse o cambiar de posición más fácilmente, irguiéndose o reclinándose hacia adelante, buscando un apoyo para brazos y cabeza mientras la gravedad favorece el descenso del bebé y el flujo de sangre hacia la placenta, para su óptima oxigenación. Al no tener respaldo permite que se pueda masajear la espalda y la cintura, lo cual ayuda a la relajación entre las contracciones durante el período de dilatación del trabajo de parto. Esta "buena compañera", podrá ser también una aliada en el posparto y a lo largo del amamantamiento y con el tiempo, un elemento de juego compartido con el bebé.
¿Cuáles son los beneficios de esta propuesta?
Por medio del movimiento:
- Nos conectamos con nuestro ser íntegramente.
- Estamos más atentas a las necesidades de nuestro cuerpo.
- Aliviamos malestares propios del embarazo.
- Mejoramos nuestra capacidad de percepción y reconocimiento de nuestro bebe.
- Vamos adaptándonos a los cambios de nuestro esquema corporal.
- Ampliamos nuestra capacidad expresiva y de disfrute.
- Nos preparamos física, mental, emocional y energéticamente para el parto.
- Desarrollamos la fuerza, la resistencia, el equilibrio, la flexibilidad.
- Potenciamos nuestra seguridad y confianza en la propia capacidad de parir.
- Cuidamos nuestro cuerpo y el del bebe.
- Nos preparamos para ser “canal de apertura” y para “nutrir y sostener” a nuestro hijo.